miércoles, 15 de mayo de 2013

LA PROMESA (El Gordo, la Prima y el Flash Crash)

 

 

   “LA PROMESA (El Gordo, la Prima y el Flash Crash)”



Mariano Rajoy está ingresado en un psiquiátrico. El enfermero que le cuida, después de tres años, aún no ha conseguido saber de quién se trata. Pero esta vez, por fin, va a poder averiguarlo. Como si de un mantra se tratara, el ex Presidente de España hinca las rodillas en tierra, abre los brazos en cruz y golpeando una y otra vez la cabeza contra el suelo, repite machaconamente la misma letanía: ¡lo prometo, lo prometo!

Tras este inicio, la narración hace un flash back para situarnos tres años antes, junio de 2.012, cuando la deuda y la crisis amenazaban el euro y los cimientos de Europa.

Sólo una pandilla de gánsteres capitaneados por el Gordo, que ven peligrar sus intereses pues no hay dinero en ninguna parte, serán capaces de evitar la catástrofe llevando a cabo un butrón en el Deutsche Bank que va a poner fin a todos los problemas.



      Comentarios:

 

  •  “La mejor novela que he leído en los últimos cien años para entender el problema de la economía”. J. M. Keynes. Economista. Desde la tumba.

  • “En economía, da igual lo que hagas, lo que pienses y lo que leas. Como dijo Keynes, “a la larga, todos muertos”. P. Krugman. Premio Nobel de Economía. Vivito y coleando. Mosca cojonera de los conservadores.

  • “Por fin la novela que todos estábamos esperando para entender de qué va todo este tinglao”. M. Friedman. Premio Nobel de Economía desde el otro lado del Atlántico. Fiambre.

  • “Tengo que admitir que, tras su lectura, ha cambiado mi visión de la economía”. Hayek. Premio Nobel de Economía. Criando malvas.

  • ”Después de leer a Eleazar, he arrojado el libro de Hayek, Camino de servidumbre, a las llamas. Ahora, en la mesita de noche, tengo "La Promesa (El Gordo, la Prima y el Flash Crash)". M. Thatcher. Hizo este comentario unos minutos antes de dejarnos.

  • “Un libro para dummys (tontos), de los que hay muchos en este país”. Manolo. Camarero del bar de la esquina.

  • “Por fin, alguien se atreve a contar las cosas como son. Me meo de la risa con sólo pensarlo”. Pepita. Propietaria de una pescadería en el Mercat de la Boqueria

  • “Mis tronkis y yo nos hemos estado partiendo la caja durante todo el fin de semana”. Rafa. Guitarrista del grupo “Los pelos de tu pezón me ponen morcillón”.

  • “Mis colegas y yo hemos petao de tanto reírnos. Lo recomiendo a toda la peña”. Pepe. Ex batería del grupo “Chupa chupa que yo te aviso.

  • “Es la mejor novela de economía, política, humor y gánsteres que he leído en los últimos cinco minutos”. Loli. Lectora compulsiva de Vallecas.

  • “Cuando salga del talego pienso poner en práctica la idea. Me ha servido de manual para que no vuelvan a encalomarme”. Toño. Cumpliendo 30 años de condena.

  • ”Un butrón mu bien pensao y mu bien contao pa dar por culo a tanto hijo puta”. Pacorro. Gitano de Alcobendas con muy mala leche.

  • El libro más cachondo que he leído en mi puta vida. Ma gustao muxo. Antonio. Camionero de la Ruta del Bakalao.

 

  

Crítica:



Eleazar ha conseguido lo que, de entrada, parecía imposible: darnos una lección de Economía (estupenda, a decir verdad, por su concisión, claridad y precisión) entreverada en una novela de acción que, más que en la literatura, se diría inspirada en el cine. Que tras el delincuente se esconda el verdadero héroe (dispuesto a sacrificarse por el bien común, aunque perezca en el intento) y que sea un hatajo de rufianes el que ha de salvar a España y el mundo entero de un cataclismo económico supone invertir los papeles tradicionales del género policiaco o negro. Si el peligro amarillo y las bellas luchadoras orientales nos recuerdan al malvado Fumanchú, los escenarios internacionales, el recurso a la tecnología puntera y un innegable toque de glamour nos conducen directamente a James Bond. Claro está que, por su humor ácido, su mordacidad atemperada y esa especie de piedad o, si se prefiere, de simpatía que Eleazar siente por sus personajes, plásticos o literarios, todo resulta próximo (incluso casero), humano y entrañable. En razón de su guión y de ese tono característico, nos viene a la mente esa gran película que es Atraco a las tres; del mismo modo, aunque sus argumentos y métodos difieran, hay ecos de los guiones de Rafael Azcona y Marco Ferreri, junto a lejanas resonancias (y sólo eso, pues Eleazar apenas si soporta la caspa) de la serie Torrente, particularmente de la primera entrega. Para completar la ficha, es preciso añadir una alusión a Francisco Ibáñez, con Mortadelo y Filemón, y al genial Vázquez, por Anacleto agente secreto. Entre otros importantes conceptos, Eleazar nos explica el papel que desempeña el coeficiente de caja, la naturaleza de los bonos basura o el modo en que se produce —o puede inducirse, como persiguen los peculiares héroes de esta novela— un Flash Crash. Con sólo eso, el lector no perdería el tiempo; sin embargo, lo más importante es, sin duda, que la novela de Eleazar es amena y divertida como pocas, acaso como ninguna de las que ofrece el mercado del libro español. (Ángel Gómez. Catedrático Literatura UCM).




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LA PROMESA (El Gordo, la Prima y el Flash Crash)



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